jueves, 25 de agosto de 2016

Modelo de juego F.C. Barcelona segunda parte.

Segunda entrega de las publicaciones de algunos extractos del libro "El Modelo de Juego del F.C Barcelona" del autor y entrenador Español Oscar Cano.
Extracto: 3
Afrontar la comprensión de un fenómeno tan repleto de complejidad, como la organización del juego del Barça resulta tremendamente osada. Un sistema tan rico en sus argumentos, que combina rasgos estables con una manifiesta apertura a la novedad; tan condicionado por la creatividad de sus futbolistas, lo cual testifica que los resultados de sus acciones son impredecibles; que se va autoproduciendo de manera continua, en el que constantemente aparecen nuevas propiedades que van articulándose a la idea madre para así ampliar su complejidad y, por ende, sus recursos, sólo puede ser conocido de manera aproximada.      ¿Quién puede indicar previamente, con exactitud, el producto de una cantidad innumerable de interacciones, si estas están en continuo dinamismo?
La naturaleza de toda manifestación no-lineal, como el fútbol, imprevisible, donde se introduce de forma aleatoria lo azaroso y caótico, en la que se destaca la convivencia entre orden y desorden, condicionada por emergencias internas del propio sistema, así como por otras provocadas por la relación de éste con el contexto medioambiental en el que se manifiesta, hace imprescindible que nuestro acceso al descubrimiento de los patrones que subyacen en esta organización específica, la del Barça de Guardiola, deba realizarse atendiendo a formas de pensamiento que guarden relación con la naturaleza real de lo que queremos observar.

Ya que la sorpresa es inherente a este deporte, resulta necesario, por tanto, un marco de referencia que otorgue las herramientas conceptuales necesarias para interpretar la realidad y orientar la acción, para descubrir, de manera significativa, la identidad comportamental del fútbol blaugrana. Precisamos pues, un "pensamiento que trate de ser coherente con el nivel que esa realidad le pide".
Podríamos adentrarnos, en esta maravillosa aventura, provistos exclusivamente de las lentes del enfoque tradicional, aquel que sugiere un análisis de acontecimientos o partes aislados, es decir, pondríamos nuestro énfasis en la suficiencia para desbordar de Messi, la proyección de Álves conquistando territorios que le descubre el propio argentino, la capacidad para penetrar hacia espacios de finalización de Keita o Xavi, aprovechando intervalos entre centrales y laterales, o como, ante la imposibilidad de encontrar hombres liberados para asociarse en aquellas zonas más lógicas para la construcción del juego, los centrales (Márquez, Puyol y Piqué) conducen el balón hasta que la jugada se aclara. De todo ello vamos a hablar. Sería pecaminoso por nuestra parte obviar estas manifestaciones, ya que el presente trabajo no sería consecuente con la pretensión que nos empujó a esbozarlo. No tramamos su abolición, simplemente conspiramos por comprender el orden subyacente que origina su aparición, como condición previa a su tratamiento. Vamos a recalcar aquello que hace que ataque y defensa no parezcan momentos desligados, evitar la disyuntiva absurda de que si éste o aquel jugador hacen mejor al equipo o viceversa, cuando en realidad una cosa es dependiente de la otra”.

UNA RED DE SIGNIFICADOS INTERPRETADA DESDE EL PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD.
De acuerdo con esta característica propia de la concepción restringida de la realidad, tomamos conciencia, cuando nos predisponemos a intervenir ante cualquier demanda intrínseca a nuestro ejercicio comprensivo, de que pertenecemos a una sociedad en la que “reinan todavía la reducción y la compartimentación", que nos recomienda dividir en fracciones lo que está tramado en conjunto, parcelar, para obtener un panorama más nítido de aquello que queremos analizar. Se trata de ofrecer explicaciones parciales que añadidas a otras nos ofrezcan la percepción total del sistema en cuestión. Esta idea atomizada del mundo, "concibe a los sistemas y a las organizaciones como meros resultantes de la suma de las partes, por lo que explicarlos consiste en reducirlos a las unidades elementales que lo componen".
En al ámbito del fútbol, ya sea para describir la lógica del juego, razonar sobre la organización de cualquier grupo, evaluar el rendimiento de los diferentes rivales o del propio equipo, así como para definir las características de algún jugador, nuestra maniobra privilegia los procedimientos desplegados por la mirada analítica, concretamente a través de uno de sus principios fundamentales, el dereducción o de la elementalidad, que viene a descubrirnos que "el conocimiento de los sistemas puede ser reducido al de sus partes más simples o unidades elementales que lo constituyen"19. Su intención principal es el tratar de eliminar las relaciones, la estructura interna que une a los diferentes elementos o partes que conforman la totalidad del conjunto o sistema. Ve las propiedades de las partes como algo intrínseco a las mismas, originadas sin la participación de los procesos inter-retroactivos entre ellas, percibe acciones aisladas, desglosa y clasifica las cosas, los hechos, las facultades en departamentos cerrados. Omite pues, el pensamiento complejo, ya que este es, ante todo, un pensamiento que relaciona.
RELACIÓN ENTRE LOS PRINCIPIOS DEL PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD Y LA ORGANIZACIÓN DEL F. C. BARCELONA.



"El pensamiento complejo debe complementar y confrontar el modo de pensar que separa con un modo de pensar apoyado en unos principios de conocimiento tales que devenga capaz de concebir la organización, que religue, contextualice y globalice" (Gómez Marín y Jiménez).
  • Principio sistémico u organizacional
"La organización de un todo produce cualidades o propiedades o propiedades nuevas con respecto a las partes consideradas aisladamente: las emergencias" (Edgar Morín).
  • Principio Hologramático
"Cada célula es una parte de un todo – el organismo global – pero el todo
está en sí mismo en la parte: la totalidad del patrimonio genético está presente en cada individuo, en tanto que un todo a través de su lenguaje, su cultura, sus normas" (Edgar Morín).
Cuando Xavi o Busquets intervienen en el juego de su equipo, significando su capacidad de adaptación del balón, la protección del mismo, y el perfil de sus pases, están representando en sí mismas, las características del juego de ataque del F. C. Barcelona (y, a su vez, el de defensa).
Prolongar las posesiones, demorar la progresión, hasta la consecución de condiciones favorables para ello, otorgar tiempo para que el equipo se aproxime,…, está presente en la conducta de estos jugadores. Cada pase, la forma de relacionarse, lleva consigo (si disponemos de una mente liberada de reduccionismo) el proceso completo. 
Cada intervención, lleva implícita la acción posterior para el que recibe el balón.
Declaraba Seidou Keita que Iniesta "lleva el juego del Barça en las venas”.
  • El principio de bucle retroactivo
Este principio, trata de ofrecernos una explicación sobre la no linealidad entre la causa y el efecto. Cuando observamos un hecho, el efecto, solemos responsabilizar a una sola causa como productora del mismo. Sin embargo, en ningún caso, la consecuencia resulta de una única variable, sino de múltiples retroacciones.
Remates en condiciones espaciales, corporales,…, semejantes, que a veces acaban en gol, otras no; desmarques con trayectorias simétricas a otros realizados, llegando en ocasiones a recibir el balón en situaciones muy beneficiosas, en otras el balón no coincide en espacio y tiempo con mi presencia; e infinitas evidencias deben hacernos pensar en que todo proceso es auto-moderador.
El inicio de cualquier acción, que otrora se desplegó de una determinada forma, con los mismos protagonistas y circunstancias, a priori paralelas, nunca producen consecuencias exactas, ya que están tamizadas por una multitud de estímulos que de ningún modo aparecen con la misma forma o intensidad, además de que debemos introducir nuestra propia reflexión, nuestra interpretación, que aspecto que tampoco sigue los pasos de la uniformidad.
  • Principio de recursividad organizacional
Atendamos al Barcelona. La capacidad de desequilibrio del cuadro catalán, evidenciada en los regates de Messi, Iniesta o Henry, la irrupción de Álves o las penetraciones de Etoó, hace indispensable que otros compañeros atraigan al bloque defensivo hacia el eje longitudinal del terreno de juego o, en su defecto, permitan apertura de espacios por dispersión de contrarios. 
Tratamos de puntualizar, que lo que producen los Xavi, Yaya Touré, Busquets, Márquez, Piqué, con su dominio del juego interior, otorga sentido a lo que realizan sus compañeros para expresar su potencial. El trabajo de los primeros cobra también significado por lo que los jugadores exteriores producen, o sea, sin un buen juego interior, que polarice la atención de los contrarios, no puede haber un buen juego de los jugadores exteriores y viceversa. Es una relación de reciprocidad.

"La perfección es inalcanzable. Pero si perseguimos a la perfección, Podemos alcanzar a la excelencia.” Vince Lombardi.


Nestor Brassat.
Entrenador nacional.
R.F.E.F. España.

jueves, 18 de agosto de 2016

Modelo de juego del F.C. Barcelona. primera parte.

Siguiendo con la presentación de metodologías de entrenamientos destacadas, a continuación voy a compartir extractos del libro "El Modelo de Juego del F.C Barcelona" del autor y entrenador español Oscar Cano.
Este es el ejemplo de que el entrenador de turno, se tiene que adaptar al modelo del club.
Para muchos (me incluyo) el F.C Barcelona, es en la historia del fútbol de los equipos que mejor juego muestra en cada una de sus actuaciones. Tenemos el privilegio de disfrutarlo. En este “podio” recordamos  el F.C. Santos (Brasil) de Pelé, Ajax (Holanda) de Cruyff y el A.C .Milan (Italia) de Arrigo Sachi. 
El modelo de juego del club Catalán el cual se basa primordialmente en el Paradigma de la Complejidad y el Entrenamiento Sistémico.

Extracto 1

Paco Seirul·lo (Entrenador adjunto F.C Barcelona).
“Durante los últimos treinta años de mi vida, he buscado incesantemente lo que podíamos llamar una nueva, o al menos diferente, teoría de entrenamiento, que explique, describa y conforme, el entrenamiento específico para los deportes llamados de equipo, y que fuera realmente distinta de la Teoría General de Entrenamiento. Poco a poco, hemos ido logrando algo partiendo de estudiar la génesis de formación de esa teoría general, que ha fundamentado su desarrollo en la investigación y práctica de los deportes individuales, especialmente del atletismo y la halterofilia, tomando un gran impulso a partir de los años 50 del pasado siglo”.
Tenemos que tener presente que, hasta los años 70, la materia de estudio Teoría General de Entrenamiento no existía como asignatura en los estudios de la licenciatura de Educación Física y Deportes, ni en los planes de estudios de las Escuelas de Entrenadores de los distintos deportes de nuestro país.
Durante este tiempo, de elaboración y aplicación de modelos preconizados por la Teoría General, hemos identificado múltiples conflictos para su completa utilización en el entrenamiento de los deportes de equipo, lo que nos ha proporcionado mayor interés en poder conformar una Teoría
Especial. Para ello, nos hemos valido del aporte de las ciencias que han tratado de aumentar el acervo de conocimientos que sobre la complejidad de lo humano se ha logrado en el último tercio del pasado siglo.
Estos conocimientos, nos han llevado a concluir que las llamadas "ciencias de la complejidad" aportan los utensilios científicos suficientemente válidos para intervenir en la comprensión de todo tipo de acontecimientos que aparecen en la práctica de los deportes de equipo.
Gracias a ellos, logramos obtener ciertas premisas aplicables al estudio e implantación de métodos de entrenamiento que proporcionen conocimiento y niveles óptimos en la práctica de los deportes de equipo.
Estas premisas se concretan en:

1. El paradigma clásico no es válido para identificar las estructuras interactivas de los juegos que por su dinamismo sólo pueden ser identificadas por el paradigma de la complejidad.
2. Aunque pueda conformarse una teoría especial para todos los deportes de equipo, cada deporte debe proponer y desarrollar elementos específicos dentro de éste ámbito, pero ajustadas y compatibles con la especificidad con que cada reglamento permite desarrollar el juego.

3. Para el estudio de todos los deportes de equipo, hemos de centrarnos en la persona del deportista, en cómo aquellos criterios específicos de su deporte comprometen a su naturaleza humana, lo que, sin duda, nos aboca a la necesidad de elaborar conocimiento sobre el deportista tanto o más que en el deporte que practica.
4. Que cualquier medio o sistema específico de entrenamiento debe ajustarse a las condiciones de complejidad implícitas en la información e interacciones aparecidas durante la competición, entre los jugadores, medio y objeto implicados en la práctica.
5. Cualquiera de los medios y tecnología de evaluación del rendimiento, tienen que focalizarse en los aspectos cualitativos específicos, y no en los cuantitativos, que son propios de la teoría general, sin olvidar nunca el carácter particular y eventual de esas informaciones.

6. Y la necesidad de proponer guías para la planificación del entrenamiento, que atiendan a las necesidades de la competición, tanto como a la preservación de la vida deportiva de los jugadores.


Extracto 2.
Paco Seirul.lo (Entrenador adjunto F.C Barcelona).
"Con estas premisas (Parte I), desarrollaremos las condiciones de comprensión y entrenamiento de todos los deportes de equipo, y, en especial, del fútbol, que es uno de los deportes constituido por un "juego perfecto". Se le puede arrojar este calificativo por sus condiciones de práctica de complejo nivel informacional y motor, lo que compromete a la totalidad de las estructuras conformadoras del ser humano, en necesarias coevoluciones sistémicas y sub-sistémicas jerarquizadas por criterios espacio-temporales específicos del juego.
El fútbol está en una sub-zona límite entre el orden y el caos disipativo, por tanto perteneciente de pleno al ámbito de la complejidad, concluyendo que la información e interacciones son sus emergencias más notables.
Esta información refiere dos niveles, uno próximo a la zona de orden, y otro productor de inesperados, y a veces desconocidos, patrones informacionales próximos al caos. Sólo aquel ejecutor que por su experiencia de pre-implicación practique sus actuaciones en esa sub-zona límite, podrá constituir modos de interacción altamente eficientes para el logro de sus objetivos.

Las formas de interactuar son congruentes con los criterios informacionales, y las condiciones de comunicación, a través del pase del balón con los pies, son determinantes en la significación de las posibles formas de interacción  entre los componentes del juego en el espacio-tiempo del partido.
Estas interacciones las podemos entender como "cuasi ruidosas", pues no tienen patrones predeterminados para la comunicación, siendo además de carácter "gaussiano", por tener gran cantidad de causas y ninguna preponderante sobre las otras, y se perfilan como "estocásticas", pues en ellas aparece el azar en un alto nivel probabilístico.





En este libro, Óscar propone la observación y comprensión del juego del Barcelona desde esta perspectiva de la complejidad.
Interviene, analizando en profundidad, y con la seguridad que da el conocimiento profundo, cómo las ciencias del paradigma tradicional han propuesto un fútbol determinista, carente de originalidad, donde "todo está inventado", dando infinidad de ejemplos prácticos y reales de muchos años de observación y documentación, para concluir que desde esta perspectiva no puede interpretarse el juego del Barça, y que sólo desde la afiliación al conocimiento sistémico complejo puede descifrarse.
Lo hace proponiendo unos extraordinariamente originales principios explicativos, para descifrar la organización de ese equipo durante los partidos.
Nos referimos a los descritos como principio Sistémico, Hologramático, de Bucle Retroactivo, etc; que de manera sistemática, y con gran originalidad, concedan al lector adentrarse en una cualificada información que le permitirá aproximarse a esa otra forma de ver y disfrutar del fútbol.
No puedo menos que felicitar a Óscar Cano por la inestimable aportación que este libro hace al conocimiento del "otro fútbol", que emerge de este equipo, y deseo que esta publicación provoque curiosidad e interés por otras formas de comprender y practicar este magnífico juego.
A los estudiosos y osados, les dará un soporte insustituible, que les permitirá navegar en el mar de la incertidumbre, de lo inesperado, de llegar a desestimar la seguridad del dato, la división de lo indivisible, de lo costoso que puede ser tratar a sus jugadores como humanos inteligentes, para desear fehacientemente llagar a perder el control del equipo en beneficio del arte y lo desconocido”.

"Para aprender necesitamos en primer lugar comprender lo que queremos aprender" .
(J. A. Marina).
"Si no ves más allá de tu horizonte, estaremos perdidos" (Ismael Serrano).
"Lo que instauró Cruyff es muy difícil de cambiar. ¡La gente está tan habituada e eso! Es parte de la cultura. Atacar, ser dominador del juego, que siempre se opte por el pase o que se conduzca para provocar el pase, nunca por conducir sin ton ni son…el concepto de dar velocidad al juego con el pase, de buscar el uno contra uno sólo con la gente de delante…"
(Pep Guardiola, analizando el estilo de juego del Barcelona durante su estancia en la Roma. El País, 17 de Septiembre de 2002). 
Cada equipo de fútbol representa un sistema en sí mismo. La capacidad inherente de cada ser humano para interaccionar con sus semejantes no admite controversia. Lo que también parece evidente, es que no todas las entidades recurren a parámetros del conocimiento global, relacional, para afrontar la dimensión tan compleja que conllevan las características del fútbol, como sostén del diseño, construcción y evolución de su organización. 

Es por ello, que hemos elegido el modelo del F.C. Barcelona como magnífico argumento para prestigiar la idea que reivindica el filósofo español José Antonio Marina, que viene a reflejar lo siguiente:
"Aspiramos a una convivencia entre personas autónomas, que no sean islas ni desaparezcan en la colectividad. Esta pretensión nos fuerza a buscar un buen ajuste entre las distintas autonomías personales. Hemos de inventar modos de vinculación. Para poder regular nuestras interacciones, conviene que los que intervengan tengan un modelo claro, y que estén de acuerdo con el".
"Exactamente, es eso lo que llama la atención en el equipo catalán, el hecho de gozar de una cultura propia, forjada a partir de unos ideales distintivos que paraCruyff tienen que ver con "saber a qué quieres jugar y con quien quieres hacerlo". Un modelo que evoluciona sin negociar con los valores extraordinarios, donde cada elemento que aparece, para optimizar el sistema, no incomoda, ni deforma la recompensa de la interacción inteligente. Más bien le da la bienvenida a la recomendable complementariedad. 


Nestor Brassat.
Entrenador nacional.
R.F.E.F. España.

martes, 9 de agosto de 2016

La metodología que marcó una época.

En esta oportunidad, comparto un reportaje extraído de un reportaje del periodista Fernando Palomo de ESPN.
Seiru-lo, el artífice de la potencia física del Barcelona.
Paco Seiru-lo "Si no tenemos la pelota corremos y no nos gusta correr". Preparador físico del F.C. Barcelona. Para muchos el verdadero padre de la metodología de trabajo del equipo que ha marcado una época en el fútbol. Lo que es ahora es producto de un exhaustivo estudio del ser humano. No sólo del ser deportista, sino de las variables que actúan en la respuesta humana a los estímulos de la práctica deportiva de alta intensidad. Francisco Seiru-lo Vargas (Salamanca, 1945) es el preparador físico del primer equipo del F.C. Barcelona desde 1994. Formado desde la educación física al deporte. "El objetivo de la Educación Física es educar y el del deporte ganar. Son objetivos diferentes y el proceso de formación ha de ser diferente" dice Seiru-lo. Una charla muy cercana al concepto que aplica para la adaptación física de uno de los mejores equipos de la historia, arranca lejos de los convencionalismos que también fueron parte de su carrera formativa. Entró al F.C. Barcelona en 1977 en la sección de atletismo del club. Con el tiempo ha reconocido conflictos entre las formas tradicionales de preparación física y la conciliación de esos conceptos con la preparación en los deportes colectivos. Centrarse en el conocimiento del deportista y su interrelación con el deporte que practica y con los espacios de su deporte. Una manera diferente de entender la preparación física.

P. Entiendo que para usted la preparación física, como tal, no existe.
R. Está claro que las tradiciones, o las formas de entender la condición física han ido cambiando mucho con el tiempo. Yo no entiendo una preparación física aislada de lo que es el elemento del futbol. Todo lo que se haga en la cancha, entendido como preparación física, tiene que ir ligado con el futbol y con los intereses tácticos, cognitivos. La preparación física tradicional aumenta la condición física con cuestas, con pesos, con sprints, carreras en la playa, en el bosque. Para mí esa preparación física para el futbol no vale, no existe. La condición física tiene que estar integrada en el entrenamiento total del futbol. Hablando en términos tradicionales: la técnica, la táctica, la preparación física, la psicológica todo tiene que ser uno. No puede ir la preparación física por un lado que no tenga nada que ver con los gestos del futbol, los espacios del futbol, con las relaciones interpersonales del futbol

P. ¿Cuándo cambió esto en usted?
R. De niño jugué al fútbol hasta que me pusieron gafas y ya con gafas no podía jugar. Por eso cambie al atletismo. Tengo una formación básica del atletismo. Durante el tiempo en el que estuve en mi formación como licenciado de educación física me valió para entender los conceptos fundamentales del entrenamiento humano, del entrenamiento deportivo. Es hacer a un sujeto, capaz de soportar un esfuerzo. Vi que el atletismo y todo lo que concebía, la velocidad, la fuerza, la resistencia, tenían pruebas específicas para medir esas velocidades, o esa fuerza o esa resistencia. Me extrañó mucho que al pasar al ámbito de la práctica de los deportes de equipo, que en esos deportes se hacían las mismas cosas que en el atletismo. Salidas desde abajo, 'en sus marcas, listos' y corrían cinco o seis, sprints de 25 metros. Nunca he visto en deportes de equipo a un jugador detenido, esperando un estímulo acústico para correr a velocidad en una línea sin que nadie le moleste.

P. Estos modelos tradicionales deben encontrar un agente de cambio que los modifica. ¿Cuál fue ese agente de cambio en sus métodos?
R. Estudiando ciertos modelos de conocimiento complejo vi que el soporte de la condición física tradicional no llegaba a donde llega la ciencia de la complejidad. Entendí que estudiando la complejidad podía cambiar el soporte de las actividades que necesitaban los deportes de equipo. A partir de ese momento cambié. Hasta los 25-28 años estuve preparando "atléticamente" a los deportes de equipo. Entendiendo al ser humano como un ser complejo, una estructura híper-compleja, te permite construir las tareas en otra dimensión y hacer otra preparación física más específica a los deportes de equipo.

P. Entendiendo que el trabajo en los deportes de equipo entonces tiene particularidades concernientes a cada deporte ¿hay similitudes en el trabajo?
R. Muy pocas cosas comunes. Se tiene que hacer una condición física específica para cada deporte de equipo. Para el básquet por ejemplo, maneja un objeto con las manos, el desplazamiento se hace con las piernas y la capacidad de relación interpersonal se hace con el balón que se agarra con la mano. Eso hace que la motricidad pueda ser muy distinta. Puedes estar más tiempo en el aire por ejemplo. Puedes diferenciar las acciones de desplazamiento de las acciones con las manos. El voleibol se parece en el algo al básquet pero más al fútbol, donde tienes posesión del balón siempre lo estás impactando. Pero en el fútbol se conduce el balón y uno se desplaza con los mismos segmentos, los brazos solo se utilizan para equilibrarte y protegerte del contrario o identificar los espacios que puedes ocupar con tu cuerpo, anticipándote al adversario. Tener que realizar la tarea de desplazamiento asociada al control del balón hace que el fútbol sea de los deportes que exige más a la motricidad humana.

P. ¿Qué lo lleva a ver al fútbol como un deporte colectivo tan distinto?
R. Para golpear el balón en una determinada dimensión, tengo que organizar todo el cuerpo en esa determinada dimensión. Para diferenciar la superficie de golpeo del píe, tengo que reorganizar mi cuerpo otra vez en la dimensión que yo quiero golpear el balón. En los deportes que se juegan con los pies y con las manos esto es totalmente distinto. Yo puedo estar desplazándome hacia la derecha y organizarme en otra dimensión que no es la de mi desplazamiento. En el fútbol esto no es posible, esto complica las relaciones que yo puedo establecer en el espacio. Los grandes jugadores de fútbol antes de desplazarse, deben identificar para que se van a desplazar. Mientras que los jugadores de otros deportes en los que se desplazan con los pies, pero trabajan con las manos pueden ocultar hasta el último momento esta posibilidad de interacción con el oponente. En el futbol, si estoy corriendo hacia un sentido, las piernas que son los ejecutores del gesto, están orientadas hacia esa dimensión. Debo estar continuamente recomponiendo mi actitud corporal para orientarme en la dimensión más eficiente para relacionarme con mis compañeros. Si juego cerca de la banda, hay un gran espacio de mi posibilidad de adaptación que está cerrada y tengo que orientarme en la dirección en la que observo más terreno de juego, estoy coartando mi motricidad y necesito tener recursos superiores en ese espacio y en ese tiempo que en los otros deportes en los que puedo estar en esa dimensión de la banda y tener todo el espacio ocupado para relacionarme con las manos. Todo esto hace que el futbol sea claramente diferenciado porque lo cognitivo y lo motriz y lo condicional está muy relacionado con el gesto especifico del futbol.

P. Otra de las singularidades del futbol es la posesión o no de la pelota. Un concepto popular lleva a creer que los equipos defienden bien o atacan bien. ¿Se puede defender y atacar en el futbol? ¿Es una cuestión de posesión?
R. Es tener o no tener la pelota. El futbol se juega con un balón y si tienes el balón puedes atacar o defender, mantenerlo de alguna manera. El proceso de identificar las partes de defender y atacar es muy complicado. El juego se hace a través del balón. Puedes estar jugando solo cuando lo tienes. Eso es lo que hacen los niños. Siempre pongo este ejemplo. El balón era mío pero mi hermano iba a buscarme para quitármelo. Lo hacían, y tenía que gritar porque no me lo devolvían. Si yo quiero jugar debo tener el balón. ¿Cómo lo tengo? Yo paso el balón a mi compañero, pero ninguno de los dos lo tiene. En el balonmano se tiene. Pero en el futbol se conduce el balón, no se tiene aprehendido. Cuando hacemos juegos de posesiones, entendemos que cuando el mismo equipo ha dado tres toques entonces si tenemos un tiempo de posesión. Si al segundo toque se pierde entonces nunca se tuvo. En el momento que nosotros tenemos el balón podemos decidir si mantenemos el balón sin riesgo de pérdida, entonces nos defendemos. Si jugamos el balón con más riesgo de perderlo entonces estamos atacando. Pero la identificación de defender y atacar no se refiere al hecho en sí. Sino con la intencionalidad que cada jugador al pasar el balón al compañero. En la dimensión relacional, socio-afectiva. La intencionalidad de la comunicación interpersonal o intergrupal.

P. En el marco de juego de posesión ¿es tan importante la recuperación como la tenencia?
R. Es que si no lo recuperamos no lo tenemos. Muchas veces en el futbol se dice "ahora vamos a recuperar la pelota". El concepto que tiene cada jugador es que "la pelota es mía y de mi equipo y la queremos para poder jugar". Si no tenemos la pelota estamos corriendo y no nos gusta correr. Nos gusta jugar al futbol, pasarnos la pelota. Esa energía interna que te da esa intención es la que te hace estar continuamente, cuando pierdes el balón, con ganas de ir a buscarlo estés donde estés. La función del entrenador es organizar esa forma de recuperación del balón lo antes posible. En el momento que perdemos como nos organizamos para tener el balón inmediatamente. Si somos capaces de inculcar a nuestros jugadores que el balón es lo que nos hace fuertes tenemos un paso muy grande dado.

P. En esa organización con la intención de poseer la pelota también está el paso posterior a la perdida de la pelota. ¿Se prepara colectivamente el equipo para estar posicionado de manera que con la tenencia de la pelota se está mejor para recuperarla?
R. Claro. Para relacionarnos a través del balón necesitamos tener una determinada organización espacio-temporal. Hay espacios de superioridades que se refieren a distintos aspectos del juego. Cuando hay mayor cantidad de jugadores en una zona, tenemos superioridad numérica. Pero a veces teniendo inferioridad numérica estamos mejor posicionados o si estamos relacionados los que nos identificamos más los que nos pasamos más la pelota, tenemos superioridad socio-afectiva. Si hay tres jugadores que tienen una gran vocación "de ataque", capaces de diseñar espacios para llegar a la portería pues tenemos una superioridad técnica. Emotivo-evolutiva. Todos estos tipos de superioridades te ayudan a que cuando pierdes el balón, cualquier superioridad que tengas la utilices. Si es numérica, acercándose al que está más cerca, los otros tapando a los posibles receptores del balón del contrario. Si es posicional, estamos coartando la posibilidad que ese sujeto que nos ha robado el balón pueda relacionarse. Si es emotivo-evolutiva, tenemos un espacio inmediato de cooperación que como los lobos de la manada, cada uno hace una función para atacar a la presa. Esa situación nos permite interpretar que cuando perdemos el balón utilicemos la superioridad que en ese momento beneficie al equipo.

P. ¿Cómo se disponen esas superioridades?
R. Por la organización del espacio que tuvimos antes de perder el balón. Por eso mucha veces el que dice que hay que hacer muchos pases para llegar al arco se equivoca. Hay que hacer los pases suficientes para organizarnos en el espacio y en el tiempo, en la dimensión que nosotros estimamos en cada momento que puede ser más eficiente para hacer esas dos cosas. O para mantener el balón sin riesgo de perderlo o el espacio adónde vamos a arriesgar perderlo, nos organizamos con la intencionalidad que podemos perder el balón y pasar al contrario. Buscamos la superioridad sea numérica, posicional, cognitiva, socio-afectiva para actuar sobre la dimensión de recuperar el balón.

P. Para esa interpretación conceptual se exige mucho al físico y a la voluntad. Ante esto ¿cómo se prepara un jugador para soportar una temporada de 60 partidos a ese ritmo?
R. El proceso del que te hablo, de entender así el futbol, no se hace en una temporada. Es una filosofía de entender el juego, un poco la filosofía del Barcelona. La identidad de un equipo es concretamente definida por el tipo de jugadores que tiene y la filosofía que conlleva el entorno en el que están esos jugadores. Si en la dimensión del entrenamiento se fomentara algo que no fuera estrictamente eso, se complica. Si nosotros tenemos una condición física ajustada a lo que necesita ese jugador, se puede mantener toda la temporada. La cualidad, en términos tradicionales, predominante para eso es la resistencia a la fuerza y la velocidad. Ese tipo de cualidad se recupera muy rápido y se puede estar entrenando prácticamente todo el año. Mientras si hiciéramos el ciclo de entrenamiento "tradicional, resistente" tendríamos muchos problemas para mantenerlo toda la temporada. La carga de competición es muy alta, tres partidos por semana y si además tuviéramos que entrenar resistencia estaríamos haciendo más lentas las formas de desplazamiento que necesita el jugador en este tipo de juego. Nosotros siempre tenemos la tendencia a trabajar en entrenamiento poco tiempo, pero siempre a muy alta velocidad. Esos elementos a muy alta velocidad se optimizan siempre con muy pocas repeticiones y más tiempo de pausa. Con situaciones de juego reales en espacio reducido. Todo esto te da posibilidades de estar prácticamente toda la temporada en buen estado de forma.

P. La tradición habla de pretemporadas como si fueran estaciones de servicio para llenar el tanque en espera que este dure toda la temporada. Entendiendo el concepto de lo que es el acondicionamiento físico, ¿las pretemporadas convencionales desaparecen?
R. Otro de los conceptos que entendemos que son fundamentales para el fútbol es la optimización del jugador. No la organización de tiempo de entrenamiento en función del momento de la temporada en la que está. Esto supone que en las etapas formativas del jugador posiblemente los 12, 16, 18 años tengamos que respetar más los conceptos tradicionales de pretemporada, temporada y tiempo de descanso o transición. Pero en los que llevan seis o siete años entrenando así, su organización metabólica, adaptativa a ese tipo de forma de práctica se hace ya tan continua que para subir una cualidad en esa organización se hace muy complicado. Si tú quieres en la pretemporada cargar el tanque de resistencia, tienes que hacer grandes volúmenes de resistencia entonces no puedes entrenar los elementos del juego. Porque se hace lento el juego y las relaciones interpersonales. Cuando quieres volver a recuperar todo eso posiblemente la resistencia que has optimizado ha perdido su beneficio. Cuando ya estás en la alta competición la pretemporada no tiene sentido.

P. ¿Cómo organiza una pretemporada dentro de este concepto?
R. Nosotros viajamos a EEUU y lo hacemos tras una semana de entrenamiento sin competencia. Cinco días y al sexto día ya competimos. Tenemos que centrarnos en que el jugador esté dispuesto en cada momento a jugar un partido. Si puede ser cada tres días, pues cada tres días. Nosotros hemos estado casi cuatro años haciendo más del 80% de semanas jugando dos partidos semanales al estar en tres competiciones. Es imposible pensar que trabajando mes y medio de pretemporada te va a servir nueve meses más tarde. Es una ilusión, una cosa imposible. Tienes que estar haciendo micro ciclos estructurados, micro entrenamientos, que nos sirven para diseñar las cargas inmediatas a los partidos y centradas en el individuo que pueda estar siempre en condiciones de poder competir y no tener una condición de entrenamiento muy alejada de poder competir al alto nivel.

P. ¿Se termina con este concepto, el desarrollo de atletas para jugar al fútbol?

R. Antes se hablaba que primero hay que hacer atletas y después futbolistas. He estado mucho tiempo entrenando atletas, velocistas, lanzadores. Si haces un atleta verdaderamente será un atleta. El niño desde que tiene 6 años tiene que ser futbolista y tiene que aprender la motricidad especifica del futbol, las condiciones espacio-temporales del futbol, las relaciones interpersonales, la emoción del juego del futbol, las tradiciones y la sabiduría del juego del futbol. Hacer primero un atleta y luego cambiarlo a futbolista es muy difícil. No llegará a sentirlo tan suyo como en el caso primero. Desde el principio debe ser jugador de fútbol.



“Ya no se plantea, como hace quince años, como una sobrecarga de entrenamientos físicos durante una semana para "llenar el depósito" sino que depende de muchas variables específicas de cada vestuario. El primero, la cantidad y la calidad de los jugadores, el concepto de juego que quieres aplicar; el número y la intensidad de las competiciones en las que participas; el calendario competitivo... No se puede hacer una planificación contra la fisiología humana”. 
Francisco “paco” Seirul.lo. Entrenador adjunto. F.C. Barcelona.


Nestor Brassat.
Entrenador nacional.
R.F.E.F. España.