La Metodología Integrada.
Entre las características de esta metodología destacamos:
a) Su común denominador lo constituyen la técnica y la táctica
(Teodorescu, m 1991).
Estas se utilizan como medio para la mejora de las habilidades psicológicas, visuales y físicas. Estas se combinarán de distinta forma para diseñar microciclos y sesiones según el objetivo que se quiera conseguir.
b) El entrenamiento Integrado en el fútbol comporta una gran Especificidad. A través de la técnica y la táctica se puede trabajar con exactitud los músculos y capacidades que el deportista solicita en el transcurso de las competiciones, fenómeno que facilita la modelación del entrenamiento (Antón, 1994).
c) Supone un tipo de estímulos más motivante para el futbolista pues lo que realmente encuentra interesante es la práctica de su disciplina.
d) Aporta una concepción más global del deporte, haciendo que el deportista lo entienda como un todo. Establece una escala de importancia según el interés personal del deportista.
e) Según Mainel (1979), la metodología integrada requiere un modelo técnico
estabilizado y automatizado por parte del futbolista. También es necesario que la
dificultad de las habilidades técnico-tácticas vayan en consonancia de la mejora de las Capacidades Condicionales que se pretenden. Así por ejemplo, si se desea mejorar la resistencia anaeróbica (tolerancia al lactato) podríamos desarrollar un
ejercicio de 2 x 2 con los parámetros pertinentes (tiempo, recuperación, longitud del espacio, etc…) debidamente programados.
f) Se deben integrar habilidades que se complementen mutuamente, de forma que se facilite el desarrollo de la otra. Por ejemplo, la combinación de la acomodación
negativa con la relajación o la relajación con la flexibilidad (Solé, Palmi y Quevedo, 1994).
Se desprende de todo ello un nuevo paradigma que no es conocer el deporte, sino conocer al deportista y las teorías cognitivas y estructuralistas pues éstas nos acercan al conocimiento del ser humano. Estas teorías se centran en el conocimiento de la persona como ser vivo, como una estructura hipercompleja que se articula a través de las relaciones de seis capacidades (ver gráfico).
Estas estructuras evolucionan y están conectadas entre sí, en tanto en cuanto su intervención con el medio y con ellos mismos.
Como dice Seirul.lo, la solución está en crear Situaciones Simuladoras Preferenciales, tareas reales de interacción en las que para resolverlas sea necesaria la optimización de alguno de esos sistemas, de alguno de esas estructuras respecto a otras.
El jugador no deja de ser un ser humano que está en constante estado de evolución y adaptación, en donde se interrelacionan sentimientos, emociones, procesos de información, relaciones sociales, inteligencia y por lo tanto su entrenamiento debe ser enfocado como “un todo organizado”
(Teoría general de los Sistemas) en los que se pretende hallar reglas generales o situaciones válidas y aplicables a cualquier sistema y en cualquier nivel de la realidad.
Nestor Brassat
Entrenador nacional
R.F.E.F.
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