martes, 29 de noviembre de 2016

El aprendizaje y modelos de entrenadores: primera parte.

El avance sobre el conocimiento del entrenamiento del fútbol va a la par con el de la ciencia. La preocupación de las Ciencias del Deporte y las Ciencias Pedagógicas han convergido en una mejora de la enseñanza y de los procesos de aprendizaje del fútbol a partir del estudio de diversos problemas, originando diversas teorías que ayudan a comprender cómo debe enfocarse el aprendizaje del fútbol. Es obvio, como plantea Wein (1999), nada es permanente, con excepción del cambio. Las influencias sociales, el saber y los avances en el conocimiento empujan a estar al día y no desdeñar aquello que puede ayudarnos a mejorar las acciones que desarrollamos. El fútbol, como un proceso de enseñanza y aprendizaje, no es ajeno a los avances en los modelos y teorías que se han ido desarrollando en aquellas ciencias que estudian la enseñanza del deporte a nivel general y, en particular, el propio del fútbol.

El propio Wein estima que, lo que hoy es válido en el fútbol, mañana puede resultar ya superado o anticuado. En este sentido apunta que se debe seguir en el camino de la construcción y la revisión permanente para poder garantizar el éxito en la tarea. El entrenador de fútbol debe tener una mentalidad abierta, ser receptivo y procurar adaptarse a las nuevas exigencias y evolucionar sin pausa para no quedarse atrás. La propia dinámica del fútbol, en cuanto a su desarrollo y exigencias evoluciona, y el entrenador no puede mirar de soslayo esta realidad.
El entrenador, dentro de su responsabilidad y autonomía de acción, debe procurar ser creativo y no reproducir modelos arcaicos y obsoletos, muy alejados ya de la propia realidad del juego, proponiendo situaciones de aprendizaje que sean significativas para los jugadores y para la adquisición de las habilidades para poder jugar al fútbol.
Obviamente, hay que ser respetuoso con teorías y modelos que se han desarrollado, puesto que han sido la base para poder llegar a las nuevas teorías y modelos de aprendizaje en el fútbol.
El modelo son aquellas ideas o representaciones que los entrenadores tienen y que las consideran como pautas adecuadas para diseñar y realizar el entrenamiento o la enseñanza del fútbol, que tienden a seguirse y a reproducirse.
Si atendemos a las pautas de actuación en la enseñanza y el entrenamiento del fútbol, podríamos decir que "cada maestrillo tiene su librillo", refiriéndonos a que cada entrenador suele tener una forma de trabajo. Dados los contextos y las circunstancias que cada entrenador se pueda encontrar, atendiendo a la diversidad de procedimientos y orientaciones que hay para desarrollar las cualidades físicas y habilidades técnico-tácticas, los avances que se han producido para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje, los nuevos modelos de entrenamiento en el fútbol, etc., llevan a una vorágine en cuanto a formas de concretar y de llevar a cabo el entrenamiento. Estamos ante una cierta confusión de cómo podríamos desarrollar el entrenamiento para que sea efectivo a nuestro intereses.
Para complicar más las cosas, nos vemos en un enfrentamiento dialéctico entre el entrenamiento que se suelen hacer en muchos de los equipos de la alta competición y aquellos que tiene un mayor apoyo en la Didáctica y en las Ciencias del Deporte. Así que, en algunos casos, la enseñanza o el entrenamiento del fútbol responde a concepciones que se acercan más a las ideas tradicionales del fútbol y, en otras, las concepciones se acercan más a los procesos didácticos.
Tradicionalmente, prevalecía la idea de que primero se debe aprender la técnica de forma aislada y repetitiva, para luego aprender situaciones tácticas. Este método de aprendizaje orientado de lo aislado a lo complejo, se basaba en el aprendizaje sin error y el comportamiento del juego está formado por la suma y acumulación de componentes físicos, técnicos, tácticos y psíquicos sueltos. De la misma manera, Brüggemann y Albrecht (1993) arguyen que durante mucho tiempo era una opinión establecida.
Los entrenadores, influenciados por las teorías conductistas y mecanicistas de aprendizaje motor que han imperado en el entrenamiento deportivo, planteaban entrenamientos analíticos y parciales. Así, se presentaban ejercicios para el desarrollo de la técnica individual (control, conducción, golpeo, regate, entrada, despeje,...), mucha preparación física basada en métodos y sistemas de entrenamiento de probado rendimiento en deportes individuales (carreras, saltos, lanzamientos); la táctica, mediante unos partiditos en el entrenamiento y las charlas pre-partido, que además servirían de preparación psicológica, deberían ser suficientes para que los jugadores tuvieran una buena capacidad de rendimiento y de poder encontrar respuestas adaptativas a los problemas que pudiesen surgir en el desarrollo del juego derivados de la oposición (contra los adversarios) y de cooperación (con los compañeros). Igualmente, las charlas postpartido valían tanto para las correcciones tácticas como para los ajustes de comportamiento individual y colectivo (motivación, cohesión, etc.).



En definitiva, a la hora de competir, se pretendía que el jugador respondiera como un todo (la suma de las partes) aunque en el entrenamiento se hubiera efectuado de una manera simplificada (Romero Cerezo, 2000).
Considerando al estudio de Romero y Vegas (2002), sobre las teorías que sustentan a los distintos tipos de entrenadores, nos encontramos ante el entrenador tradicional que se desenvolvía en la teoría dependiente y el entrenador como un ejecutor técnico que se movía bajo la teoría productiva.


“De fútbol es muy poca la gente que entiende, pero es mucha la gente que opina. Entonces, cuando uno explica las situaciones que no dejan que un grupo triunfe, siempre les parece insuficiente el mensaje y siempre creen que en el mensaje hay un contenido encubierto. Pero el mensaje es muy claro, el entrenador lo que tiene que hacer es lograr que el futbolista juegue de manera proporcionada a las virtudes que posee. El que lo logra es un buen entrenador, y el que no lo logra, está fracasando. Entonces la cuestión no es de estilo, ni de organización, ni de preparación física, lo importante es que los jugadores estén cerca de su máximo potencial durante un período alargado.”- Marcelo Bielsa - 


Nestor Brassat.
Entrenador Nacional.
R.F.E.F. España.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Proceso de enseñanza y aprendizaje en el fútbol formativo.

En este resumen nos vamos a referir a los procesos didácticos del entrenador, intentando buscar algunas explicaciones sobre:
·         ¿Para qué entrena o lleva a cabo el entrenamiento?: Orientaciones y finalidades del entrenamiento.
·         ¿A quién entrena? En esta cuestión habrá que considerar las características personales de los jugadores, las condiciones del equipo y en el contexto que se encuentra.
·         ¿Qué enseña en el entrenamiento?: objetivos y contenidos (físicos, técnico-tácticos, cognitivos y socio-afectivos).
·         ¿Cómo enseña o desarrolla la práctica del entrenamiento? Estamos aludiendo a la metodología del entrenador que desembocará en las actuaciones que pretende desarrollar el aprendizaje.
Como un aspecto aglutinador de los interrogantes que hemos efectuado, nos vamos a centrar en los procesos de intervención didáctica.
Delgado Noguera (1991), identifica la intervención didáctica como un término global en el que se quiere identificar todo lo referente al papel que asume el docente dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje (en nuestro caso sería el entrenador de fútbol). Entendemos el papel importante que juega como profesional del entrenamiento y de su actuación mediadora en la acción que lleva a cabo. Por ello, va a ser crucial la intervención, más o menos responsable respecto a las finalidades y planteamientos que se hacen desde el club o institución deportiva y de la propia ética del entrenador para la previsión y actuación en el entrenamiento.
Si nos ocupamos del entrenamiento como un proceso didáctico, tenemos que ver que el entrenador tiene que tomar una serie de decisiones que estarán muy mediatizadas por el modelo didáctico que impere en él, es decir, por la forma de concebir y de llevar a la práctica el proceso de enseñanza y de aprendizaje del fútbol. Para ello deberá contemplar distintos momentos en los que deberá preparar lo que va a desarrollar; en el momento que actúe tendrá que dinamizar al grupo de jugadores, motivándolos, presentándoles las tareas, organizando el espacio de entrenamiento, gestionando la dinámica y las relaciones sociales, además de efectuar el análisis y valoración (feedback) de las actividades para facilitar el logro de los objetivos del entrenamientos. Y de todo ello, deberá de analizar y reflexionar que ha supuesto para el aprendizaje o la asimilación de los jugadores y para el desarrollo de su equipo o en la competición.
Nos encontramos con el entrenador que se enfrenta con la práctica y deberá prever una determinada intervención didáctica o mediación en el ámbito del entrenamiento del fútbol. Partimos de la premisa de una determinada cultura del fútbol y en unas condiciones contextuales dadas (jugadores, entorno social, exigencias, etc.) para lo cual deberá saber qué es lo que puede hacer en un determinado contexto a través del entrenamiento, cómo lo podría concretarlo y, además, cómo podría cambiarlo o adaptarlo de una determinada manera en función de la propia realidad que se pueda encontrar. Ahora bien, la práctica del entrenamiento es una realidad compleja y en su configuración intervienen múltiples tareas para su organización y funcionamiento, de interrelaciones y realidades socio-culturales que inciden en su trabajo, para lo cual se necesitarán de unos conocimientos teóricos y prácticos, de unas capacidades, destrezas y actitudes para poder realizar una buena intervención.
Ante esta complejidad del desarrollo del entrenamiento y de su intervención didáctica, nos topamos con problemas en la planificación (plan anual, mensual, semanal de sesiones), en la organización del entrenamiento en cuanto a la disposición espacial y temporal, en la información que facilitan para el desarrollo de las tareas de aprendizaje y en la realización del feedback para la comprobación de los aprendizajes.



Nos estamos refiriendo a un conocimiento sobre el fútbol y cómo aplicarlo mediante el entrenamiento, es decir, saber transmitirlo o enseñarlo mediante la actuación adecuada. En este sentido la Didáctica en el Fútbol intenta buscar conocimientos o teorías que expliquen como se van desarrollando los quehaceres del entrenador en el proceso de entrenamiento en un determinado contexto. Así, el análisis de los procesos de entrenamiento que se realizan en un determinado contexto sociocultural del fútbol (iniciación, desarrollo, perfeccionamiento o rendimiento) y las consecuencias de aprendizaje en los jugadores es el objeto de estudio de esta Didáctica.
 Además, tal y como vamos a justificar más adelante, cuáles son las nuevas teorías de lo que es enseñar y aprender el fútbol como un habilidad motora. En ellas veremos que el entrenamiento hay que entenderlo como un acto comunicativo en el que interactúan el entrenador y los jugadores. Para que este acto se lleve a cabo con una buena asimilación y adaptación es necesario que en la intervención didáctica emplear una metodología propicia para su óptima adaptación.
Es más el entrenamiento debe convertirse en un medio de desarrollo apropiado de capacidades, de posibilidades individuales y colectivas de los jugadores de fútbol. Insistimos en la necesidad de generar teorías que ayuden a comprender y a transformar (y a mejorar) los procesos de intervención y comunicación mediante las adaptaciones y el desarrollo apropiado de los jugadores y las condiciones contextuales que se presentan. Para ello, el entrenador debe convertirse en un generador de conocimiento de su propia práctica, siendo capaz de actuar en ella mediante el análisis, la reflexión y la toma de decisión para adaptarse y resolver las situaciones problemáticas que se puedan presentar.


“Hoy día no podría decir que nada es más importante que nada para establecer fases o sectores. Nuestra construcción del conocimiento no es piramidal, no nos construimos como un edificio, nos construimos como una red. No es primero esto, luego lo otro…”
Juan Manuel Lillo. Entrenador español.


Nestor Brassat
Entrenador Nacional.
R.F.E.F. España.

jueves, 10 de noviembre de 2016

La didáctica en el proceso relacional de los elementos que interáctuan.

La Didáctica en el fútbol debería ser determinante en la formación inicial de los entrenadores o técnicos de fútbol y en el desarrollo profesional que desplieguen en sus tareas frentes a los equipos. En el primer caso, para que les facilite los conocimientos, actitudes y destrezas básicas y necesarias para afrontar la práctica y sean capaces de generar ambientes de aprendizaje en el fútbol. En el segundo caso, debe entenderse que la propia práctica puede convertirse en una forma de adquirir conocimiento que puede ser útil para aplicarlo y reelaborarlo. En este argumento, el campo de la acción es un diálogo entre la teoría y la práctica. El saber y el actuar se proyectan en la mejora continua de los entrenadores y en la formación o desarrollo de las capacidades de los jugadores mediante la indagación, análisis y la reflexión.
Estamos frente a un entrenador que mediante esta actitud investigativa quiere comprender mejor lo que sucede en el entrenamiento como acto social donde están interactuando un grupo de personas, con unos propósitos comunes y acciones diferentes. De manera que las relaciones entre el entrenador, los jugadores, el contenido de entrenamiento sobre el fútbol y el contexto (realidad social y culturalmente definida donde se desarrolla la acción de entrenamiento), pueden convertirse como situaciones problemáticas, inciertas y singulares que necesitan conocimiento y comprensión para que sean de calidad y productivas. La Didáctica en el fútbol deberá proporcionar teorías prácticas que ayuden a resolver estos problemas.

Mombaerts (2000), considera que el entrenador como responsable del desarrollo y de la eficacia del entrenamiento debe conocer y explotar todos los factores que permiten que los entrenamientos resulten todavía más eficaces (jugadores, condiciones materiales, influencia del entorno, modelo del juego y su evolución...). Igualmente, piensa que en los entrenamientos se establecen relaciones complejas entre sistemas tan diversos que su optimización es de importancia esencial para que los entrenamientos resulten eficaces. El entrenamiento se entiende como un proceso relacional (entrenador-jugador-contenido de entrenamiento) junto con los elementos esenciales de la influencia ejercida por el entorno. Para su eficacia y calidad de estos procesos debe racionalizarse mediante un plan, su puesta en práctica, el análisis y la reflexión posterior, lo que podría convertirse en un proceso metodológico de investigación-acción.

Es el propio entrenador en su condición, talante investigativo y reflexivo, mediante la información que obtiene de los entrenamientos del fútbol y del el análisis que efectúa, busca la interpretación y comprensión de las situaciones que se dan en la práctica.
El entrenador de fútbol deberá dominar un repertorio de destrezas de comunicación y dinamización del grupo de jugadores que aplicará en función de las contingencias del campo de entrenamiento, de la misma manera que tiene que tener capacidad para analizar y reflexionar sobre las decisiones adoptadas, siendo con ello consciente de las razones y consecuencias de su intervención didáctica.
En definitiva, la Didáctica en el fútbol como un escenario de indagación y reflexión busca las teorías acerca de los problemas de entrenamiento que están estrechamente contextualizados y ligados a las exigencias concretas y condiciones ambientales, que se focalizan en:
·         En el incremento del conocimiento sobre la práctica del entrenamiento en el fútbol. El saber didáctico sobre el entrenamiento del fútbol conforman un conjunto de teorías, conocimientos, métodos, modos de intervención y estilos comunicación del entrenador.
·         En la mejora de los jugadores mediante unos aprendizajes que les capacita física, intelectual y socio-afectivamente para la práctica del fútbol.
·         Un mejor desarrollo profesional de los entrenadores, promoviendo en ellos las actitudes críticas y responsables del entrenamiento, los procesos de indagación y reflexión con el proceso que llevan a cabo, implicándoles en el compromiso en la mejora de los entrenamientos y en la consolidación del saber sobre el fútbol. 


“Existe complejidad cuando son inseparables los diferentes componentes constituyentes de un todo y existe tejido independientemente, interactivo entre las partes y el todo, y el todo y las partes”. Edgar Morín. Filósofo francés.


Nestor Brassat
Entrenador nacional.
R.F.E.F.