Este estilo de enseñanza tiene como finalidad que los jugadores (como equipo)
encuentren la respuesta al plan diseñado previamente por el entrenador. El
problema táctico a resolver que se plantea es abierto y no hay una única respuesta,
pudiendo existir muchas buenas soluciones ante el mismo problema. El objetivo
final es favorecer la práctica autónoma del grupo de jugadores como equipo.
En la fase previa el entrenador organiza
los contenidos de la sesión a partir de problemas a resolver. Lo que le exige
tener previsto previamente las posibles soluciones a los problemas propuestos.
Durante la puesta en práctica se
presentará el problema al grupo teniendo en cuenta sus capacidades, dejando un
tiempo para que respondan. Según las directrices de esta estrategia de
enseñanza, debemos tener presente que:
- El problema debe suponer un reto para los jugadores, de forma que les motive a buscar las soluciones posibles. La dificultad, el orden y la secuencia de los problemas deben ser progresivas, desde lo sencillo a lo complejo. La actividad será jugada, favoreciendo su motivación.
- La dificultad motriz del problema tiene que ser significativa para el aprendizaje. Considerar las experiencias, capacidades e intereses de los jugadores.
- Las normas deben ser presentadas con claridad y precisión, teniendo en cuenta sus conocimientos previos.
- Los jugadores de cada equipo se reunirán cada vez que se produzca un error (les meten un gol, pérdida de balón, error de marcaje, etc.) con objeto de modificar su actuación.
- Las normas se podrán modificar a propuesta de cada equipo, pero siempre y cuando sean consensuadas por todos previamente.
- Al concluir la actividad se pondrán en común los aprendizajes adquiridos. Así como un anticipo de la próxima sesión.
En la fase de control el entrenador es
el principal responsable de la evaluación procesal sobre la actuación del
jugador. No se rechazará ninguna de sus respuestas, ya que todas pueden tener
un significado válido. Sólo actuará el entrenador cuando el jugador se detenga
o no encuentre soluciones al problema planteado. Se favorece la interacción
gracias al seguimiento cercano del proceso. Los resultados deben ser valorados
por el entrenador, aunque también hemos de posibilitar la intervención del
jugador.
Valoración de la Resolución de
problemas:
- Este estilo fomenta en los jugadores la capacidad de exploración, siguiendo un proceso similar al que encuentran en la práctica deportiva real, escogiendo entre varias respuestas posibles.
- Se desarrolla un proceso de enseñanza – aprendizaje innovador, atendiendo a su evolución individual, dando libertad para buscar la respuesta más adecuada a sus capacidades específicas.
- Los jugadores solamente avanzarán cuando estén listos para responder (desarrollo emocional), posean una solución (desarrollo cognitivo), estén dispuesto a comunicarla (desarrollo social) y puedan mostrarla (desarrollo físico motriz).
- El entrenador debe disponer de experiencia y recursos para formular los problemas de acuerdo a las capacidades del jugador, evitando imposiciones.
- Los procesos de aprendizaje exigen una revisión y un avance continuo.
Para concluir, los entrenadores
determinarán la estrategia según las metas y objetivos a obtener. No obstante,
será importante que estos sepan utilizarlas todas, para que puedan
intercambiarlas en cada una de las partes de la sesión. Considerando que los
factores que influyen en su elección, no sólo se determinan por el contenido,
sino por las características de los jugadores, los objetivos que el entrenador
se plantea, y por la combinación de todos ellos, lo que justificará su
conocimiento teórico y práctico. Se trata de que el entrenador diseñe
actividades (desde los juegos modificados) que animen a los jugadores a
descubrir principios y conceptos por ellos mismos, de modo que esos principios
se puedan transferir a otras situaciones de juego colectivo.
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