Enseñanza
de la táctica.
Unos de los
elementos configuradores de la estructura del fútbol que se ha descuidado es la
táctica en el fútbol. El descuido o tratamiento inadecuado se debe a varias
razones: una de ellas es que se considera que este componente debe abordarse en
etapas posteriores a la iniciación. Otra razón es la indiferenciación
conceptual que existe al respecto, porque la táctica equivocadamente se
entiende como sistema de juego o estrategia, es decir, la mayoría de las
personas asumen la táctica como la ubicación de los jugadores dentro del
terreno de juego o la planeación de jugadas de pelota quieta, como los tiros
libres y los tiros de esquina. A lo anterior, se une la no identificación del
género y tipo de aprendizaje (motriz y/o cognitivo) que le corresponde a la
enseñanza de la táctica, esto ha impedido que se promueva la toma de decisión y
la autonomía del jugador para resolver las diversas situaciones del juego; así
mismo, tiene gran incidencia el hecho de que los profesores de fútbol dirijan
su enseñanza desde su propia experiencia y con la utilización de prácticas que
carecen de una gran base científica. Es por eso que se ha privilegiado a la
experiencia como única vía de adquisición de los conocimientos tácticos,
mediante una formación práctica que privilegia el hacer sobre comprender y
que trae como consecuencia un lento e inapropiado desarrollo del
comportamiento táctico y la incomprensión del juego.
El desarrollo lento e inapropiado del comportamiento táctico se debe a que los jugadores deben invertir mucho tiempo practicando, es decir acumulando experiencia, para descubrir las reglas tácticas que les permitan resolver adecuadamente las situaciones de juego correspondientes, además, porque el entrenador no se las presenta, de manera explícita, como contenido de aprendizaje. Los entrenadores, inconscientemente, incentivan el comportamiento táctico de sus jugadores, de la siguiente manera: Ellos, con base en su experiencia valoran una serie de conductas que consideran apropiados para jugar al fútbol, en consecuencia, se las presentan esporádicamente a sus jugadores para que las realicen durante el juego, el entrenador observa las acciones de sus alumnos y cuando considera que se cometió un error, interviene para pedir que hagan lo que les ha dicho, por ejemplo: "porque no tiraste el centro, no has aprendido que cuando uno llega a la raya final debe tirar el centro, sin importar si hay o no compañeros y agregan, lo importante es que usted cumpla su función"; otra forma que utiliza el entrenador es presentar en los entrenamientos soluciones a situaciones de juego que los jugadores deben repetir varias veces; generalmente en estas situaciones de juego, creadas por el profesor, no hay adversarios y el jugador no toma ninguna decisión, simplemente repite la solución.
En cuanto a la incomprensión del juego, hay que decir que por medio de la experiencia los jugadores aprenden a jugar, pero no encuentran explicaciones racionales sobre el juego, además, no cuentan con espacios para la abstracción reflexiva, es decir, "para una actividad interna lógico matemática que permita la reconstrucción de los conocimientos abstraídos de un plano inferior, o lo que es lo mismo, de la experiencia, hacia formas de asimilación más sólidas" como son las nociones, las proposiciones y conceptos, que claramente diferenciados posibilitan la lectura y explicación de la experiencia, en este caso, del juego del fútbol. La falta de promoción de la abstracción reflexiva en las escuelas de fútbol significa la incomprensión del juego.
La falta de referentes aportados por el entrenador, así como la utilización exclusiva de la experiencia como vía de adquisición del conocimiento táctico, llevan al jugador a enmarcarse en un proceso de aprendizaje por descubrimiento, basado en el ensayo / error, que trae como consecuencia una lenta evolución del comportamiento táctico, porque el jugador tiene que invertir mucho tiempo para asimilar, de manera indiferenciada, algunos principios que le permitan jugar de acuerdo a la lógica del fútbol, con el agravante de que cuando lo hace, no lo entiende, por esta razón, su comportamiento tiende a ser esquemático y dependiente del entrenador.
En el medio se tiene la falsa creencia de asociar la edad y el número de partidos jugados con el dominio y comprensión del juego, es decir, quien más experiencia tiene, es quien más sabe, por lo tanto, es quien puede jugar y hablar de fútbol; no es gratuito que los ex jugadores profesionales sean los directores técnicos de los equipos profesionales y de las selecciones departamentales y nacionales.
Por todo lo anterior hemos propuesto la enseñanza proposicional y realizado este estudio de tipo descriptivo, con diseño de prepueba, postprueba y grupo control; con la intención de obtener evidencias empíricas que nos permitan brindar una alternativa para superar las desventajas del enfoque tradicional en cuanto a la enseñanza de la táctica en el fútbol.
"Los Hábitos resultan de conocimientos que fueron creados a través de las experiencias que quedaron grabadas en las memorias y que van a ser utilizadas para decidir y reaccionar rápidamente ante determinada Situación". Damásio, 2000.
Nestor Brassat.
Entrenador nacional.
U.E.F.A. España.
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